Carreteras 4G

Para nadie es un secreto que el país a nivel de infraestructura vial no es el mejor, y para solucionar el problema desde el segundo mandato del presidente Juan Manuel Santos se planteó una propuesta bandera de convertir a Colombia es un país competitivo y activo a nivel comercial, construyendo autopistas de cuarta generación o carreteras 4G que recorten los tiempos de recorrido para el transporte de carga y que mejore la seguridad vial.

Según el Índice de Desempeño Logístico del Banco Mundial, Colombia ocupa el puesto 18 en América Latina en infraestructura vial. El país solo supera a Honduras, Bolivia, Haití o Cuba y se encuentra muy lejos de México, Brasil o Chile. Además se ubica en el puesto 117 en calidad de infraestructura según el informe de Competitividad Global del Foro Económico Mundial.

Con la ley 1508 expedida en el 2012 el gobierno quiso darle fin a estas estadísticas. Se eliminó el Instituto Nacional de Concesiones Inco y los anticipos de dinero que se le entregaba para el inicio de las carreteras. Con esta reforma también se abolió el tema de aceptar proyectos sin estudios técnicos, socioeconómicos, ambientales, prediales, financieros y jurídicos.

Hoy día, las firmas interesadas deben financiar con capital propio el 20 por ciento del proyecto vial y conseguir recursos con la banca para continuar. Además, deben cumplir los plazos acordados para que el gobierno les devuelva la inversión.

Actualmente se espera que el programa de autopistas de Cuarta Generación (4G) rehabilite y construya alrededor de 7.000 kilómetros de vías, de las cuales 1.400 son dobles calzadas, más la construcción de 141 túneles y 1.300 viaductos.

¿Cuál es el análisis de la situación actual de las carreteras 4G?

Las carreteras 4G impulsan la economía colombiana porque generan el aumento del índice de empleo, por ejemplo, para este año se espera que estas concesiones abran cerca de 313.784 nuevas vacantes que aportan al crecimiento del PIB, de futuras reducciones en costos logísticos y mejores proyecciones en el sector comercio.

Aunque el panorama se ha complicado un poco, ya que se han presentado recesos en los avances de obra de algunas 4G influyentes, además de la dificultad de los cierres financieros y el mal impacto que esto genera:

AVANCES DE OBRA: se han paralizado obras por controversias contractuales. Comunidades que pertenecen a la zona de influencia han aprovechado la construcción de los megaproyectos para suplir las ausencias del Estado en materia de educación, salud y saneamiento básico.
(Lea: http://www.portafolio.co/economia/infraestructura/quienes-estan-detras-de-las-consultas-previas-de-vias-4g-507539)

FINANCIERO: los bancos reforzaron los requisitos para desembolsar créditos. Se debe reforzar la confianza de los inversionistas locales y fortalecer relaciones con los internacionales.

ECONOMÍA: es el inconveniente más importante, ya que si no hay financiación de proyectos, no se pueden ejecutar las obras, y si esto no pasa no habrá cómo comprar insumos para construir, por consiguiente no se necesitará personal de mano de obra y por último no se contribuirá al crecimiento del PIB.

Finalmente se espera que en lo que queda de este año, se puedan solucionar los inconvenientes anteriormente mencionados, para cumplir con que ha proyectado el Departamento Nacional de Planeación, el cual augura un aumento en 1,5 por ciento el PIB del país.

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